Una guía para padres sobre la mejor televisión infantil: desde el pasado hasta la actualidad

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Brad Bartlett

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Kids TV

Como padres, todos hemos pasado por eso: ese momento en el que nuestro hijo queda completamente hipnotizado por la pantalla del televisor y nosotros nos debatimos entre la culpa y el alivio.

La culpa proviene de décadas de advertencias sobre el tiempo frente a la pantalla, pero ¿el alivio? Esto se debe a tener un momento para respirar, preparar la cena o simplemente ordenar nuestros pensamientos. En el mundo actual, evitar por completo la televisión no sólo es poco práctico, sino que incluso podría resultar contraproducente.

No hace falta que te digamos que la televisión infantil y peliculas han evolucionado dramáticamente desde sus inicios. Lo que comenzó con un simple entretenimiento se ha transformado en una programación sofisticada que puede enseñar de todo, desde inteligencia emocional hasta conceptos científicos.

Pero con miles de programas disponibles en demasiadas plataformas, ¿cómo podemos estar seguros de que estamos tomando las decisiones correctas para nuestros hijos?

¿La buena noticia? No todo el tiempo frente a la pantalla es igual. Los programas adecuados, vistos con moderación y con un propósito, pueden convertirse en herramientas valiosas en su arsenal de crianza. La clave es saber identificar contenidos verdaderamente beneficiosos.

¿Qué hace que una televisión infantil sea “buena”?

La televisión infantil de calidad va mucho más allá de enseñar el abecedario y el 123 (aunque eso también es importante). Los mejores programas operan en múltiples niveles, involucrando a los niños mientras fomentan su desarrollo de maneras sutiles pero poderosas.

Inteligencia Emocional

Primero, busque programas que promuevan la inteligencia emocional. La excelente programación infantil ayuda a los niños Identificar y procesar sentimientos., comprender las perspectivas de los demás y desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables.

Cuando los personajes enfrentan conflictos, ¿los resuelven mediante la comunicación y la comprensión? ¿Se reconocen y respetan los diferentes puntos de vista?

Ritmo y presentación

Si bien los programas de ritmo rápido pueden parecer más atractivos, La investigación sugiere que el ritmo moderado permite a los niños absorber y procesar mejor el contenido.. Programas como “Bluey” y “Daniel Tiger’s Neighborhood” crean pausas naturales para la reflexión y la interacción.

Calidad de producción

La calidad de la producción también importa, pero no de la manera que podría pensarse.

Si bien la animación ingeniosa puede ser atractiva, lo más importante es si el programa fomenta la visualización activa en lugar del consumo pasivo.

¿Hace preguntas? ¿Deja espacio para que su hijo responda? ¿Inspira creatividad y juega más allá del tiempo frente a la pantalla?

Contenido apropiado para la edad

Los especialistas expertos en desarrollo infantil enfatizan la importancia del contenido apropiado para la edad. Lo que es perfecto para un niño en edad preescolar puede ser demasiado simple para un niño de siete años o demasiado complejo para un niño pequeño.

Los mejores programas crecen con su hijo y ofrecen diferentes niveles de comprensión en diferentes etapas de desarrollo.

La capacidad de mirar juntos

Quizás lo más importante es que la televisión infantil de calidad debería ser algo que puedan ver juntos.

Cuando te ríes genuinamente de un chiste o te conmueve una historia, eso suele ser una señal de contenido reflexivo y bien elaborado. Estos momentos de disfrute compartido crean oportunidades para discusiones significativas y conexiones con su hijo.

Para evaluar programas con sus hijos, pruebe estas sencillas estrategias:

  • Miren al menos un episodio completo juntos antes de permitirles verlo de forma independiente.
  • Hágales preguntas sobre lo que han visto y escuche sus respuestas.
  • Fíjate si incorporan temas o personajes en su obra.
  • Presta atención a su estado emocional durante y después de mirar.
  • Considere si el programa se alinea con los valores de su familia y las lecciones que desea enseñar.

Recuerde: su presencia comprometida y su orientación son más importantes que el contenido de cualquier programa en particular. ¡Ahora, echemos un vistazo a algunos de los mejores programas educativos para niños a lo largo de las décadas!

Las gemas contemporáneas (década de 2020)

Si busca programas modernos que combinen entretenimiento con mensajes significativos, la década de 2020 ha brindado algunas opciones notables. La televisión infantil moderna ha cambiado para reflejar la diversidad de nuestro mundo y al mismo tiempo abordar temas complejos con una gracia y matices sorprendentes.

azulado (Disney+)

A la cabeza del grupo está “Bluey”, una serie australiana que ha capturado corazones en todo el mundo. Si bien puede parecer una caricatura más sobre una familia de perros, los padres constantemente elogian su representación auténtica de la vida familiar.

El programa aborda todo, desde el equilibrio entre la vida laboral y personal hasta la resiliencia emocional, manteniendo al mismo tiempo un espíritu lúdico que los niños adoran. Cuando Bluey aprende a manejar la decepción o su hermana pequeña Bingo supera los miedos, estos momentos brindan oportunidades naturales para discusiones familiares sobre los sentimientos.

Ada Twist, científica (Netflix)

“Ada Twist, Scientist” aporta nueva energía a la programación educativa.

Siguiendo a una joven científica negra con una curiosidad ilimitada, el programa hace que los conceptos STEAM sean accesibles y emocionantes. Lo que distingue a Ada no son sólo sus experimentos: es cómo aborda el fracaso como parte del proceso de aprendizaje, enseñando a los niños que los errores son valiosos peldaños hacia el descubrimiento.

La casa del búho (Disney+)

“The Owl House” merece reconocimiento por abrir nuevos caminos en representación. Esta serie de fantasía y aventuras sigue a Luz, una adolescente dominicana-estadounidense, a través de un reino mágico donde descubre su propio potencial.

El programa aborda la identidad y la aceptación con notable sensibilidad, lo que lo hace particularmente valioso para los niños mayores que comienzan a explorar quiénes son.

Molly de Denali (PBS niños)

Para las familias interesadas en la educación cultural, “Molly of Denali” ofrece una ventana a la cultura nativa de Alaska que es a la vez auténtica y atractiva. El programa entrelaza el conocimiento tradicional con aventuras modernas, ayudando a los niños a comprender diferentes formas de vida y al mismo tiempo enfatizando temas universales de amistad y comunidad.

Estos programas comparten un hilo conductor: respetan la inteligencia de los niños y al mismo tiempo reconocen sus necesidades emocionales. No sólo ocupan el tiempo: también inician conversaciones, inspiran creatividad y ayudan a formar espectadores más empáticos.

El Renacimiento de la década de 2000

Si los padres de hoy sienten una oleada de nostalgia cuando escuchan “¿Qué va a funcionar? ¡Trabajo en equipo!” o ver a sus hijos observar a un grupo de amigos del patio trasero embarcarse en aventuras imaginarias, hay una buena razón.

La década de 2000 marcó una era especial en la televisión infantil, una era que equilibraba perfectamente el entretenimiento con el aprendizaje significativo.

Durante la década de 2000, la programación infantil experimentó una transformación notable. Los programas se volvieron más sofisticados en su enfoque educativo, sin perder nunca de vista lo que hace que los niños quieran verlos en primer lugar: historias convincentes, personajes memorables y diversión genuina.

¡Mascotas maravillosas! (Amazon Prime)

“¡Mascotas maravillosas!” (2006-2016) ejemplificó perfectamente este equilibrio. Siguiendo a un conejillo de indias, una tortuga y un patito que trabajan como héroes de rescate, el espectáculo convirtió las aventuras cotidianas en minióperas con una orquesta en vivo.

Más allá de su enfoque musical único, Wonder Pets demostró el poder del trabajo en equipo y la resolución de problemas de maneras que resonaron en los espectadores jóvenes. Cuando Linny, Tuck y Ming-Ming enfrentaron desafíos, les mostraron a los niños que ningún obstáculo es demasiado grande cuando se trabaja juntos.

Los Backyardigans (Paramount Plus)

“Los Backyardigans” (2004-2013) adoptó un enfoque diferente pero igualmente eficaz.

Cinco amigos con una imaginación ilimitada transformaron su patio trasero en todo, desde el antiguo Egipto hasta Marte, acompañando sus aventuras con números musicales que abarcan géneros que van desde el reggae hasta la música clásica.

Lo que hizo que el programa fuera especial no fue sólo su creatividad: fue cómo animó a los niños a ver el extraordinario potencial de los espacios comunes y la amistad cotidiana.

Arturo (PBS Niños)

Si bien “Arthur” comenzó en los años 90, sus episodios de los años 2000 abordaron temas cada vez más sofisticados con notable gracia.

Desde problemas de aprendizaje hasta conflictos familiares, el programa ayudó a los niños a comprender situaciones sociales complejas a través de la lente de personajes familiares. Arthur y sus amigos demostraron que está bien cometer errores, hacer preguntas y aprender de la experiencia.

Estos programas compartían un entendimiento común: los niños son capaces de captar ideas complejas cuando se les presentan de manera atractiva. No sólo entretenían: respetaban la inteligencia de su audiencia y al mismo tiempo fomentaban su desarrollo emocional.

Los clásicos años 90: cuando la televisión educativa encontró su ritmo

Para muchos padres, programas como “El autobús escolar mágico”, “Arthur” o “Las pistas de Blue” les traen recuerdos vívidos de verlos después de la escuela y de los rituales de los sábados por la mañana.

Pero, ¿qué hizo que estos programas de los 90 fueran tan especiales y por qué siguen cautivando al público incluso hoy en día? El secreto reside en su enfoque revolucionario de combinar educación con entretenimiento.

El autobús escolar mágico (Netflix)

“El autobús escolar mágico” transformó la educación científica a través de las alocadas excursiones de la Sra. Frizzle.

Ya sea encogiéndose para explorar el cuerpo humano o volando a través del sistema solar, el espectáculo nunca pareció una lección, a pesar de que los niños absorbían complejos principios científicos en cada aventura.

El eslogan de la Sra. Frizzle: “¡Arriésgate, comete errores y ensúciate!” animó a una generación a abrazar la curiosidad y el aprendizaje práctico.

Las pistas de Blue (Paramount Plus)

“Las pistas de Blue” revolucionaron la televisión interactiva a través de una investigación meticulosa sobre cómo aprenden los niños pequeños.

Esas famosas “pausas para pensar”, en las que el anfitrión esperaba a que los niños respondieran a las preguntas, no sólo eran lindas: estaban cuidadosamente diseñadas para involucrar a las mentes jóvenes y convertirlas en participantes activos. El ritmo deliberado y la repetición del programa ayudaron a desarrollar habilidades de resolución de problemas y confianza en sus jóvenes espectadores.

Isla Gullah Gullah (Paramount Plus)

La “Isla Gullah Gullah” abrió nuevos caminos al celebrar el patrimonio cultural y al mismo tiempo enseñar lecciones universales.

 Ambientado en las Islas del Mar de Carolina del Sur, el programa presentó a los espectadores la cultura Gullah a través de la música, la narración de cuentos y la vida familiar cotidiana. Su representación auténtica y su enfoque alegre del aprendizaje hicieron accesibles conceptos complejos y al mismo tiempo ayudaron a los niños a apreciar la diversidad.

Lo que distinguió a estos programas fue su comprensión de que los niños no necesitan elegir entre aprender y divertirse. El humor era genuino (con muchos chistes que los padres también podían apreciar), las historias eran convincentes y los personajes se sentían como verdaderos amigos.

Años 80: cuando la televisión educativa encontró su voz

Cuando hablamos de la evolución de la televisión infantil, los años 80 destacan como una década clave que sentó las bases de todo lo que vino después. Fue entonces cuando la programación infantil descubrió su verdadero potencial: no sólo para entretener, sino también para inspirar, educar y moldear mentes jóvenes de manera significativa.

Leyendo el arcoiris (PBS)

En el centro de esta revolución estaba “Reading Rainbow”, presentado por el carismático LeVar Burton.

La magia del programa reside en su mensaje simple pero poderoso: la lectura no es sólo educativa: es una aventura. Burton no se limitó a leer libros a los niños; les mostró cómo las historias se conectan con el mundo real, llevando a los espectadores a viajes que dieron vida a la literatura. Su firma, “Pero no es necesario que confíe en mi palabra”, animó a los niños a descubrir los libros por sí mismos.

plaza sésamo (PBS)

Mientras tanto, “Barrio Sésamo” vivía lo que muchos consideran su época dorada.

El espectáculo ya había demostrado que los títeres podían enseñar letras y números, pero en los años 80 comenzó a abordar territorios más complejos, desde explicar la muerte hasta abordar la diversidad, todo ello manteniendo su calidez y accesibilidad.

Lo que hizo especial esta era de “Barrio Sésamo” fue su creciente comprensión de que los niños podían manejar conceptos sofisticados cuando se les presentaban con respeto y cuidado.

Estos programas fueron pioneros en enfoques que ahora damos por sentado. Entendieron que la educación funciona mejor cuando no se siente como medicina: debe ser tan atractiva como enriquecedora.

Reconocieron que los niños merecen contenido que les hable a su nivel sin menospreciarlos. Quizás lo más importante es que demostraron que la televisión infantil podía abordar temas reales manteniendo al mismo tiempo su sentido de asombro y diversión.

Consejos prácticos para padres

Elija primero contenido apropiado para su edad

No se sienta presionado a presentar programas destinados a niños mayores demasiado pronto. Comience con programas más simples centrados en conceptos básicos y aprendizaje emocional, luego avance a programas más complejos a medida que su hijo se desarrolle.

Lo que importa no es qué tan “educativo” dice ser un programa, sino si coincide con la etapa de desarrollo actual de su hijo.

Crear rutinas de visualización

Establezca horarios constantes para mirar televisión en lugar de utilizarla como una solución improvisada. Esto ayuda a los niños a desarrollar hábitos multimedia saludables y hace que el tiempo frente a la pantalla se sienta más especial. Considere hacer que ciertos programas formen parte de rutinas específicas, tal vez un programa educativo y tranquilo antes de acostarse o como una tradición matutina del fin de semana.

Miren juntos cuando sea posible

La visualización conjunta no se trata solo de supervisión: es una oportunidad para conectarse. Hacer preguntas sobre lo que está pasando, relacione los escenarios del programa con la vida real y comparta sus propias observaciones. Estas conversaciones ayudan a los niños a procesar el contenido más profundamente y desarrollar habilidades de pensamiento crítico.

Utilice controles parentales de forma eficaz

Aproveche la tecnología moderna para crear un entorno de visualización seguro. Kidslox y herramientas similares pueden ayudarle a gestionar no sólo lo que ven sus hijos, sino también durante cuánto tiempo. Configure perfiles para diferentes grupos de edad y use límites de tiempo de pantalla para mantener el equilibrio.

Une el tiempo frente a la pantalla con la vida real

Busque formas de extender el aprendizaje más allá de la pantalla. Si un espectáculo o película para niños despierta interés en la ciencia, continúe con experimentos simples en casa. Si los personajes resuelven un conflicto cuidadosamente, haga referencia a ese ejemplo cuando su hijo enfrente situaciones similares. Esto ayuda a transformar la visualización pasiva en aprendizaje activo.

En Kidslox, estamos aquí para ayudarle a mirar de forma segura

La televisión infantil no tiene por qué ser una fuente de culpa para los padres. Cuando se elige cuidadosamente y se gestiona intencionalmente, puede convertirse en una herramienta valiosa en el desarrollo de su hijo.

La clave no es eliminar por completo el tiempo frente a la pantalla, sino hazlo contar – seleccionar programas de calidad que se alineen con sus valores, interactuar con su hijo sobre lo que ve y usar la tecnología de manera inteligente para crear límites.

Recuerde que cada niño es diferente y lo que funciona para una familia puede no funcionar para otra. Confíe en sus instintos sobre lo que su hijo necesita, manténgase involucrado en sus hábitos de visualización y no tema ajustar su enfoque a medida que crece.

Con el equilibrio adecuado entre orientación y flexibilidad, puede ayudar a sus hijos a desarrollar una relación sana con los medios que les será de gran utilidad en el futuro.

¿Quiere saber más sobre cómo fomentar el desarrollo de su hijo a través de la tecnología? Consulte nuestros recursos para la alfabetización digital y la comunicación entre padres e hijos. Descubre como niñoslox puede ayudarlo a establecer límites de tiempo de pantalla, bloquear contenido inapropiado y monitorear el uso del dispositivo de su hijo.