Los peligros de la pesca triste

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Carolanne Bamford-Beattie

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Sadfishing

¿Qué es y por qué los padres deben preocuparse?

En nuestro mundo digital conectado las 24 horas del día, los 7 días de la semana, ha surgido una nueva tendencia que causa gran preocupación entre los padres y los profesionales de la salud mental: la “pesca triste”.

¿Qué significa ‘pesca triste’?

La frase fue acuñada por primera vez por el periodista Rebeca Reid cuando la celebridad Kendall Jenner publicó una foto aparentemente perfecta de sí misma mientras se lamentaba de su “mala piel”. Reid señaló que esto estaba lejos de ser un incidente aislado, con personas de todos los ámbitos de la vida recurriendo a las redes sociales para exagerar sus problemas, aparentemente en un intento por llamar la atención y la simpatía.

Tan prolífico es este nuevo tipo de comportamiento en línea, memes de pesca triste se han creado, y muchos toman el concepto a la ligera y crean contenido cómico a su alrededor. La realidad de la pesca triste es cualquier cosa menos una broma. Este tipo de búsqueda de atención puede acarrear graves consecuencias, especialmente para jóvenes impresionables que se encuentran en una etapa crucial de su desarrollo personal y social.

El límite entre la vida privada y la pública es cada vez más borroso en nuestra sociedad hiperconectada. Esto es particularmente cierto para los niños y adolescentes que están creciendo con las redes sociales como su principal método de comunicación. Para ellos, compartir detalles personales, incluidos sentimientos de tristeza, ansiedad o depresión, puede parecer una parte natural de su interacción en línea.

Sin embargo, se convierte en motivo de preocupación cuando este intercambio se vuelve excesivo y manipulador, a menudo con la intención de obtener simpatía, atención o incluso ganancias materiales. Este es el núcleo del sadfishing: el uso del sufrimiento emocional como herramienta de manipulación.

El sadfishing es cada vez más común, y los padres y los profesionales de la salud mental están más preocupados que nunca. Aquí hay algunos (hipotéticos) ejemplos de sadfishing en acción:

Jane, una estudiante de secundaria, está teniendo dificultades con su tarea de matemáticas. En lugar de simplemente decir que está luchando, publica en sus redes sociales que es “la persona más tonta del mundo” y que “no puede hacer nada bien”.

Mike, un recién graduado, no consiguió el primer trabajo que solicitó. Publica un extenso estado emocional en Facebook sobre sus repetidos fracasos y cómo nunca encontrará empleo, a pesar de haberlo intentado solo una vez hasta ahora.

Tom se siente solo durante el fin de semana. Tuitea sobre cómo “no tiene amigos” y cómo está “siempre solo”, a pesar de que sus amigos solo estuvieron ocupados durante un fin de semana.

¿Por qué la gente se entristece?

Se cree que el fenómeno del sadfishing nace de nuestra sociedad hiperconectada donde el límite entre la vida privada y la pública es cada vez más borroso. Este es particularmente el caso de los niños y adolescentes que están creciendo con las redes sociales como método principal de comunicación. Para ellos, compartir detalles personales, incluidos sentimientos de tristeza, ansiedad o depresión, puede parecer una parte natural de su interacción en línea.

Sin embargo, el sadfishing es cuando este compartir se vuelve excesivo y manipulador, a menudo con la intención de obtener simpatía, atención o incluso ganancias materiales. Puede ser un grito de ayuda, una táctica para ganar más seguidores o una herramienta de manipulación para atraer una determinada respuesta.

En un estudio realizado por Conciencia digital Reino Unido, una agencia líder en bienestar digital, se preguntó a una muestra de 50 000 niños de entre 11 y 16 años sobre sus hábitos en línea. De manera alarmante, los hallazgos sugirieron que cuando estos jóvenes buscaron apoyo emocional genuino en línea, se sintieron abandonados y, a menudo, sin recibir el nivel de respuesta que esperaban.

Es una realidad desagradable para estas mentes jóvenes que, a diferencia de sus ídolos famosos, no cuentan con el respaldo de millones de seguidores. Los jóvenes, en cambio, tienen sus compañeros, un grupo que a menudo es conocido por los chismes y los juicios severos.

De hecho, la influencia de las celebridades en el comportamiento en línea de los jóvenes es profunda. Una celebridad que expresa su melancolía a sus 1,7 millones de seguidores provoca una ola de respuestas comprensivas. No se puede decir lo mismo de un chico promedio de 14 años con un seguimiento modesto de 75. La disparidad es significativa y el impacto de este soporte digital superficial, fugaz y hueco.

Los riesgos de la pesca triste

Si bien es importante alentar a los niños a expresar sus emociones y buscar apoyo cuando lo necesiten, el sadfishing puede ser dañino.

En primer lugar, al confiar en la validación externa para hacer frente a las dificultades emocionales, los niños pueden tener dificultades para desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables.

Además, la pesca triste puede atraer el tipo de atención equivocado, como trolls, matones o incluso depredadores. En un intento por ganarse la simpatía, los niños pueden exponerse sin darse cuenta a más daño, lo que lleva a un ciclo de angustia emocional.

También existe el riesgo de desensibilización. Ya hemos visto que esto sucede a través de la creación de memes de pesca triste. A medida que más y más personas se involucran en el sadfishing, la exposición constante a estas publicaciones cargadas de emociones puede conducir a la fatiga de la compasión, donde las personas se vuelven indiferentes a la angustia emocional de los demás.

Reconocer la pesca triste

Ahora entendemos el significado de pesca triste, es importante reconocer los signos de la misma. Esto puede ser un reto. Los adolescentes experimentan naturalmente una serie de cambios emocionales, lo que hace que los gritos genuinos de ayuda sean más difíciles de detectar. Sin embargo, hay algunos signos a tener en cuenta:

1. Un patrón de publicaciones emocionales

Las publicaciones dramáticas frecuentes sobre problemas personales, sentimientos de inutilidad o desesperanza, o mensajes vagos que indican que algo anda mal podrían indicar tristeza.

2. Comentarios para llamar la atención

Si las publicaciones de su adolescente a menudo hacen que sus amigos respondan con preocupación o simpatía, es posible que estén tristes. Pueden responder a estos comentarios con vaguedad o amplificar su angustia emocional.

3. Comportamiento contradictorio

Si la personalidad en línea de su hijo adolescente no coincide con su comportamiento en la vida real, es posible que esté triste. Por ejemplo, si publican frecuentemente sobre sentirse solos o no amados pero parecen contentos y bien adaptados fuera de línea.

4. Validación externa

Los adolescentes que se sienten tristes a menudo buscan la validación de sus compañeros en línea en lugar de confiar en amigos, familiares o profesionales de la salud mental de la vida real.

Si sospecha que su adolescente está triste, acérquese a él con empatía y comprensión. La comunicación abierta es clave. Anímelos a expresar sus sentimientos de una manera saludable y constructiva y busque ayuda profesional si es necesario.

Guiando a los niños en la era digital

Cuando se trata de guiar a los niños en este panorama complejo, la comunicación abierta es clave. Hable con su hijo sobre la pesca triste y los peligros potenciales que puede presentar. Anímelos a expresar sus sentimientos de una manera saludable, asegurándoles que siempre pueden acudir a usted, a un maestro oa un profesional de la salud mental cuando se sientan deprimidos.

Prevenir el sadfishing requiere comunicación abierta, educación y comprensión. Estos son los pasos que puede seguir:

1. Ten un diálogo abierto:

Fomente un espacio donde su adolescente se sienta cómodo compartiendo sus sentimientos con usted. Hágales saber que está bien hablar sobre sus problemas y que buscar atención en línea no es la mejor solución.

2. En línea Etiqueta:

Enséñele a su hijo los posibles riesgos e impactos de compartir información personal en línea. Anímelos a pensar antes de publicar y considerar los efectos a largo plazo de compartir públicamente sus luchas personales.

3. Fomente las conexiones fuera de línea:

Inspire a su hijo a fortalecer las relaciones fuera de línea y comparta sus sentimientos con amigos, familiares o un consejero de confianza.

4. Supervise la actividad en línea:

Use aplicaciones de control parental como Kidslox para vigilar la actividad en línea de su hijo. Mientras respeta su privacidad, asegúrese de que estén usando las redes sociales de manera segura y responsable.

5. Modele una expresión emocional saludable:

Muéstrele a su hijo cómo expresar sus sentimientos de una manera saludable y positiva. Esto podría ser a través del arte, el diario u otros medios creativos.

6. Desarrolla habilidades de pensamiento crítico

Encuentre formas de alentar a su hijo a evaluar críticamente el contenido que ve en línea y en el mundo que lo rodea. Desde una edad temprana, pregúnteles qué piensan sobre las situaciones y pídales que intenten comprender cuáles podrían ser las motivaciones detrás de las cosas y los comportamientos de las personas.

7. Busca ayuda profesional

Si su hijo parece estar realmente luchando, considere buscar ayuda de un profesional de la salud mental. Pueden brindar orientación y estrategias para lidiar con las dificultades emocionales.

Recuerde, es crucial abordar esta situación con empatía y comprensión. Su hijo necesita saber que lo escuchan y que sus sentimientos son válidos.

¿Cuáles son las conclusiones clave sobre el fenómeno Sadfishing?

El sadfishing, junto con otros obstáculos digitales, expone a los niños a una variedad de riesgos potenciales, desde una falsa sensación de seguridad hasta los peligros más oscuros de los depredadores en línea. La presión de emular a las celebridades al compartir sus emociones más profundas en plataformas públicas puede crear un torbellino emocional para los jóvenes, lo que a menudo lleva a la decepción cuando los niveles anticipados de compromiso y apoyo no se materializan.

No se puede exagerar la necesidad de un enfoque proactivo en la educación y protección de nuestros niños. Sin embargo, el objetivo no es aislarlos completamente del mundo en línea. Después de todo, la tecnología e Internet juegan un papel vital en el aprendizaje, la comunicación y el entretenimiento de hoy. En cambio, nuestro enfoque debe ser equiparlos con el conocimiento y las herramientas para navegar este panorama digital de manera responsable.

Este enfoque requiere un delicado equilibrio. Implica proporcionar suficiente libertad para que nuestros hijos aprendan, cometan errores y crezcan, al mismo tiempo que brindan un entorno de orientación y seguridad. Como padres, no podemos rehuir la complejidad de la tarea. En cambio, debemos enfrentarlo de frente, informados, preparados y conscientes de los desafíos específicos que enfrentan nuestros niños nativos digitales.

Sobre todo, debemos encarnar y promover un comportamiento digital saludable nosotros mismos. Como principales modelos a seguir para nuestros hijos, nuestros hábitos en línea influirán significativamente en su conducta digital. Predicar con el ejemplo es una estrategia poderosa para dar forma a su comprensión de cómo interactuar en el ámbito digital de manera positiva y segura.