¿Debería preocuparme por la obsesión de mi adolescente con las redes sociales?
Las redes sociales son una parte integral de la sociedad actual y juegan un papel importante en la vida de muchos adolescentes. Es ineludible y, como padres, es natural preguntarse cómo está afectando esto al desarrollo de su hijo.
La investigación sobre el impacto de las redes sociales en el bienestar mental y emocional de los niños es limitado. No existe una definición generalmente aceptada de lo que realmente son las redes sociales; y, a medida que surgen constantemente nuevas plataformas, crece su carácter efímero, lo que lo hace aún más difícil de entender. Esto puede hacer que algunos padres se sientan fuera de control sobre la vida tecnológica de sus hijos adolescentes.
¿Puede haber un lado positivo en las redes sociales? ¿Cuánto es demasiado? Y, ¿qué plataformas son las más preocupantes? En esta guía completa sobre las redes sociales y los adolescentes, exploramos todos los lados del argumento.
¿Pueden las redes sociales ser algo positivo para los adolescentes?
En primer lugar, las redes sociales proporcionan una plataforma para la autoexpresión y la formación de identidad. Esta es una edad en la que los jóvenes comienzan a definir quiénes son ya explorar sus intereses y valores. Las plataformas de redes sociales como Instagram, Facebook y TikTok permiten a los adolescentes expresar sus personalidades, comprometerse con sus intereses y compartir sus opiniones sobre una variedad de temas. Esta libertad de expresión es vital para los adolescentes a medida que desarrollan sus identidades y avanzan hacia la edad adulta.
Además de facilitar la autoexpresión, las redes sociales también amplían los horizontes. Abre un mundo de información y perspectivas diversas que pueden ampliar la visión del mundo de los adolescentes. Desde aprender sobre diferentes culturas hasta obtener información sobre varias teorías científicas o movimientos sociopolíticos, las redes sociales sirven como una gran biblioteca de información. También es más fácil acceder que ir a la biblioteca e investigar temas de la manera tradicional. Esta exposición a una gran cantidad de información fomenta la curiosidad, el aprendizaje y el pensamiento crítico entre los adolescentes.
Las redes sociales también contribuyen a desarrollar habilidades de alfabetización digital, que son fundamentales en nuestro mundo cada vez más digital. Navegar por varias plataformas, comprender la etiqueta en línea y discernir fuentes confiables de noticias falsas contribuye a un conjunto de habilidades digitales. Estas son competencias esenciales para la vida en nuestra era liderada por la tecnología.
Además, no se puede subestimar el poder de las redes sociales para conectar a las personas. Permite a los adolescentes comunicarse con amigos y familiares a través de la distancia, lo que facilita el mantenimiento de las relaciones. Las redes sociales también brindan una plataforma para conectarse con comunidades de interés, desde fandoms hasta grupos de apoyo. Para los adolescentes que enfrentan desafíos personales, estas plataformas pueden ofrecer acceso a comunidades de pares que pueden brindar consejos, empatía y aliento.
Por último, las redes sociales pueden brindar un sentido de pertenencia, especialmente para los adolescentes que se sienten marginados o incomprendidos en sus círculos sociales inmediatos. Las comunidades en línea pueden proporcionar validación, aceptación y comprensión que podrían faltar en sus entornos del mundo real.
Usadas correctamente las redes sociales pueden, en muchos casos, contribuir positivamente al bienestar emocional de los adolescentes y ser una fuerza para el bien.
¿Qué sabemos sobre el lado negativo de las redes sociales para los adolescentes?
A pesar de las muchas ventajas, no se puede ignorar el impacto negativo de las redes sociales en los estudiantes. Entre las principales preocupaciones está el tema de la distracción. Con un mundo de interacciones a solo un clic de distancia, a los estudiantes les puede resultar difícil concentrarse en las tareas que tienen entre manos. El flujo constante de notificaciones, actualizaciones y mensajes puede generar una capacidad de atención fragmentada, lo que dificulta que los estudiantes se concentren en sus estudios. Con el tiempo, esta distracción puede resultar en una productividad reducida y desempeño académico.
Además, la naturaleza adictiva de las plataformas de redes sociales, diseñadas para mantener a los usuarios interesados el mayor tiempo posible, puede generar un uso excesivo. Esta adicción puede afectar el tiempo y la energía de un estudiante, desviándolo de otras actividades esenciales como el ejercicio físico, los pasatiempos o incluso las interacciones sociales en el mundo real.
Además de estos problemas, la presión de mantener una presencia en línea también puede generar estrés. Los estudiantes pueden sentirse obligados a responder instantáneamente a los mensajes, publicar actualizaciones periódicas o mantener una imagen particular en línea. Esta “presencia en línea” constante puede ser mentalmente agotadora y puede contribuir al agotamiento y al aumento de los niveles de estrés.
Otro tema relacionado es el impacto de las redes sociales en el sueño. El uso nocturno de estas plataformas, a menudo en la privacidad de la propia habitación, puede provocar patrones de sueño interrumpidos. El sueño adecuado es crucial para la función cognitiva y la salud general de un estudiante, y la interrupción de esto puede afectar negativamente su rendimiento académico.
Finalmente, la disponibilidad de contenido inadecuado y la deshonestidad académica son preocupaciones importantes. El contenido inapropiado como la violencia, el material explícito o las ideologías dañinas pueden influir negativamente en las mentes impresionables. En términos de honestidad académica, el acceso a una gran cantidad de información en línea a veces puede fomentar el plagio o el engaño, lo que socava el proceso de aprendizaje.
Las Redes Sociales y la Salud Mental de los Adolescentes
Una de las principales preocupaciones que comparten los cuidadores, académicos y educadores es el impacto que las redes sociales pueden tener en el bienestar mental de los jóvenes.
El cirujano general, Dr. Vivek Murthy, advirtió recientemente que las redes sociales llevaban un “profundo riesgo de daño”, pero describió en su informe que no era posible determinar exactamente qué sin más investigación y una definición acordada de lo que significan las redes sociales.
Es de sentido común suponer que pasar demasiado tiempo en las redes sociales es algo malo, pero con cada plataforma que ofrece una forma diferente de interactuar con su audiencia, las formas en que las redes sociales afectan la salud mental son variadas.
Tomando plataformas como Instagram como ejemplo, uno de los principales problemas es la forma en que puede impulsar la comparación social. Los adolescentes a menudo comparan sus vidas con las de los demás, lo que genera sentimientos de insuficiencia y baja autoestima. La tendencia a publicar solo imágenes positivas o idealizadas de uno mismo puede crear una realidad distorsionada en la que todos los demás parecen ser más felices, exitosos o glamorosos. Esto puede generar sentimientos de envidia, baja autoestima e incluso depresión. En uno estudiar, se descubrió que Instagram tuvo un efecto particularmente perjudicial en la salud mental de las adolescentes: el 29 % de las niñas que pasaban tres o más horas al día en las redes sociales se autolesionaban y el 31 % de las niñas que pasaban cinco horas o más en las redes sociales estaban deprimidas.
De hecho, esto salió más a la luz en un Meta filtrada (la organización propietaria de Facebook, Instagram, WhatsApp y el nuevo ‘desafío de Twitter’, Threads) que mostró cómo la empresa era consciente de que parte de su contenido podría ser perjudicial para las niñas.
El ciberacoso es otra preocupación importante. Esta forma de acoso, que ocurre en línea oa través de teléfonos inteligentes, puede tener efectos devastadores en la salud mental de un adolescente. Las víctimas de acoso cibernético tienen más probabilidades de experimentar baja autoestima, mayor ideación suicida y una variedad de problemas emocionales y psicológicos. Esto puede suceder de varias maneras y en todas las plataformas, desde mensajes privados encriptados como WhatsApp hasta aplicaciones para compartir videos como TikTok, donde las cuentas falsas y el ciberacoso son comunes.
Además, el miedo a perderse algo (FOMO) es un fenómeno asociado en gran medida con el uso de las redes sociales. Esta es la aprensión de que otros están viviendo vidas plenas mientras que uno se lo está perdiendo. Esto puede conducir a sentimientos de soledad, ansiedad y depresión.
Además, las redes sociales también pueden exacerbar los sentimientos de aislamiento en los adolescentes que se sienten excluidos o rechazados en sus círculos sociales del mundo real. Ver publicaciones de amigos o compañeros que participan en actividades a las que no fueron invitados puede intensificar los sentimientos de exclusión y contribuir a resultados negativos de salud mental.
¿Son peligrosas las redes sociales para los adolescentes?
Además de los riesgos para la salud mental y el rendimiento académico, existen otros peligros de las redes sociales para los adolescentes. Un problema importante es la preocupación por la privacidad. Los adolescentes, con su comprensión limitada de los problemas de privacidad digital, a menudo comparten información personal en línea sin comprender las posibles consecuencias. Pueden publicar fotos personales, compartir su ubicación o revelar información confidencial, lo que los hace vulnerables al robo de identidad o al acoso en línea.
También existe el riesgo de los depredadores en línea, que a menudo usan las redes sociales para conectarse con adolescentes desprevenidos. Pueden manipular a los adolescentes en situaciones inseguras, lo que puede tener graves repercusiones.
La proliferación de estafas y las noticias falsas en las redes sociales son otro tema. Los adolescentes pueden ser víctimas de estafas o creer y compartir información errónea, lo que genera confusión, ansiedad y posibles pérdidas económicas.
Además, la exposición a información inapropiada o contenido dañino es un riesgo significativo. El contenido explícito, el material violento o las ideologías dañinas pueden tener un impacto negativo en la mente en desarrollo de un adolescente. Con el tiempo, la exposición a dicho contenido puede normalizar comportamientos o ideas dañinas y distorsionar la comprensión de un adolescente de relaciones y comportamientos saludables.
¿Qué aplicaciones y plataformas son las mejores y cuáles deben evitarse?
El verso de las redes sociales es enorme. Como padre, puede ser abrumador comprender dónde y qué hacen sus hijos en línea. Para ayudarlo a comprender algunos de los pros y los contras de las diversas redes que existen, aquí exploraremos algunas de las aplicaciones más populares y evaluaremos las precauciones que debe tener en cuenta.
TikTok
TikTok es una aplicación para crear y compartir videos que se basa en gran medida en su poderoso algoritmo para atraer a sus usuarios y mantenerlos desplazándose. Usando tecnología de datos sofisticada, TikTok ofrece contenido que cree que te gusta, lo que significa que puede convertirse en una gran distracción para los adolescentes. De hecho, una investigación publicada recientemente detalló que casi la mitad (45 %) de las adolescentes que usan TikTok dijeron que se sentían “adictas” a él y, sorprendentemente, las niñas con síntomas depresivos de moderados a severos, aproximadamente siete de cada 10 que usan Instagram (75 %) y TikTok (69 %) dicen que se encuentran con contenido problemático relacionado con el suicidio al menos una vez al mes en estas plataformas.
TikTok puede ser divertido para los adolescentes, con muchas oportunidades para conectarse con personas de ideas afines y compartir contenido que disfrutan, pero a pesar de sus propias regulaciones, no es difícil encontrar contenido inapropiado en la aplicación. Proceda con precaución y establezca límites de tiempo razonables en la aplicación con su hijo adolescente.
YouTube
YouTube es una plataforma de creación y uso compartido de videos utilizada por un se estima que el 95% de los adolescentes, convirtiéndolo en el sitio social que más utilizan. A pesar de su popularidad, rara vez se incluye en estudios sobre la salud de los adolescentes y el uso de las redes sociales, presumiblemente debido a la forma pasiva en que se consume. Los niños pueden encontrar contenido y comentarios inapropiados de otros usuarios, por lo que siempre es una buena idea monitorear su uso de YouTube y usar controles parentales para bloquear palabras clave y temas que no desea que vean.
Snapchat
Snapchat es otra plataforma de redes sociales muy utilizada por los adolescentes. La premisa de la aplicación es compartir contenido desechable, o instantáneas, con amigos. Si bien esto puede ser divertido y fomentar la interacción y las conexiones sociales, Snapchat tiene un lado más oscuro. La naturaleza temporal de las instantáneas que desaparecen puede alentar a los adolescentes a actuar de una manera que normalmente no harían, y es posible que deban recordarles que una vez que algo se “borra” en línea, eso no significa que se haya ido para siempre, sino todo lo contrario si algo se captura de pantalla en contra de su voluntad. Muchos padres también se preocupan por el mapa de ubicación de Snapchat, que permite a los usuarios encontrar exactamente dónde están sus amigos y seguidores en un momento dado, lo que genera problemas de privacidad y seguridad.
Facebook, una de las plataformas más grandes de Internet, permite a las personas conectarse, compartir contenido y enviar mensajes de forma privada en su servicio de mensajería. También ofrece algunos servicios de juego específicos. Como la mayoría de las plataformas, el elemento de compartir en redes sociales puede hacer que algunos adolescentes se sientan ansiosos por la cantidad de Me gusta o amigos que tienen y los depredadores y los peluqueros pueden abusar del elemento de mensajería si no se lo controla.
Facebook también muestra anuncios a sus usuarios, y aunque la plataforma tiene políticas con respecto al contenido inapropiado, no es difícil encontrar ese tipo de cosas en el sitio, ya que muchos usuarios encuentran formas de romper las reglas.
Uno de los aspectos negativos más discutidos de Instagram es la comparación social. Muchas personas usan Instagram para mostrar una versión muy editada de su vida, lo que puede hacer que los adolescentes se sientan inseguros y consumidos por estándares inalcanzables y poco realistas de belleza, riqueza y éxito. Puede ocultar los recuentos similares en el contenido, pero muchos usuarios no lo hacen y esto también puede hacer que los usuarios adolescentes se sientan ansiosos por la aprobación social. Al igual que Facebook, Instagram muestra anuncios a sus usuarios y puede haber discurso y contenido sexual o relacionado con el odio en la aplicación.
Discord
Si tienes un jugador entusiasta en casa, probablemente hayas oído hablar de Discord. La aplicación es una herramienta de chat de voz y texto utilizada principalmente por los jugadores para la comunicación en tiempo real durante los juegos, especialmente los MMO, aunque también la usan los no jugadores. Los usuarios crean una cuenta, agregan amigos, se unen a servidores y se comunican a través de mensajes directos o chats grupales. Una función de búsqueda de amigos está disponible con los servicios de ubicación activados, mientras que las medidas para limitar el contenido para adultos incluyen el escaneo automático y la eliminación de mensajes explícitos y la restricción de las solicitudes de amistad a los compañeros de servidor. Los usuarios menores de 18 años no pueden ver comunidades NSFW, a menos que se ingrese una edad falsa. Discord ofrece varias opciones de conversación y controles de edad para evitar el acceso de menores de edad a contenido para adultos. La función Family Center permite a los padres monitorear la actividad de sus hijos, incluidos los servidores a los que se unieron, los mensajes enviados y las nuevas conexiones realizadas.
Todas las plataformas de redes sociales varían, y aunque todas las anteriores tienen límites de edad y algunas herramientas para padres para ayudar a mantener a los niños seguros, ninguna de ellas es infalible. Para mayor seguridad, es importante tener conversaciones abiertas y honestas con sus hijos sobre los riesgos y las recompensas de sus plataformas sociales favoritas. Aplicaciones adicionales de control parental como Kidslox puede brindarle más comodidad como padre, bloqueando palabras clave inapropiadas, manteniendo una visión general de su actividad en todas sus aplicaciones sociales y estableciendo límites de tiempo sólidos y funciones de bloqueo para evitar que pasen demasiado tiempo en línea.
Equilibrar la balanza: pros y contras de las redes sociales para adolescentes
Está claro que las redes sociales son un arma de doble filo para los adolescentes. Ofrece inmensas posibilidades de conexión, autoexpresión y aprendizaje, pero también presenta riesgos significativos relacionados con la salud mental, el rendimiento académico y la seguridad personal.
La clave para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos radica en promover el uso responsable de las redes sociales. Esto implica enseñar a los adolescentes sobre alfabetización digital, incluida la comprensión de la privacidad en línea, la identificación de fuentes confiables de información y el comportamiento adecuado en línea.
Fomentar hábitos digitales saludables también es crucial. Esto podría implicar establecer límites en el tiempo de pantalla, alentar las actividades regulares fuera de línea y enfatizar la importancia de las interacciones sociales cara a cara.
Como padres, educadores y formuladores de políticas, debemos asegurarnos de que los adolescentes estén equipados con los conocimientos y habilidades necesarios para navegar en el panorama de las redes sociales de manera segura y responsable. Esto implica debates abiertos y honestos sobre los posibles riesgos y beneficios, enseñar habilidades de alfabetización digital, promover comportamientos saludables en línea y brindar orientación y apoyo. Al hacerlo, podemos ayudar a los adolescentes a aprovechar los beneficios de las redes sociales y minimizar los riesgos potenciales.
Las redes sociales, como cualquier herramienta, no son intrínsecamente buenas o malas; es cómo se usan lo que determina su impacto. A medida que los adolescentes navegan por su mundo digital, debemos guiarlos y apoyarlos, promoviendo el uso responsable y ayudándolos a tomar decisiones informadas. Solo así podremos asegurarnos de que las redes sociales se conviertan en una fuerza positiva en sus vidas, mejorando el aprendizaje, la conexión y la autoexpresión, al mismo tiempo que protegen su salud mental, éxito académico y seguridad personal.